«Ha venido para quedarse»

El COVID-19 ha impactado en la sociedad de formas muy diversas, pero, aparte de la gente mayor, los más afectados han sido los niños que, de un día para otro, se han visto encerrados en casa y muchas veces sin poder entender el motivo que hacía que sus vidas hubieran cambiado por completo. Por su parte, los padres, han tenido que convivir con esta situación de la mejor forma que han podido. Algunos, vistos afectados por los ERTES o enviados a casa a tele trabajar, han podido cuidar de sus hijos directamente, pero en otros casos en los que las dos personas trabajaban, una de las dos ha tenido que dejar su trabajo temporalmente para poder hacerse cargo de los niños mientras la otra persona seguía con su trabajo. La situación sigue siendo angustiosa y preocupante a partes iguales para unos padres que no saben cuándo acabará el confinamiento y cuándo tendrán que volver sus hijos a los colegios, con todos los dilemas y peligros que eso conlleva si la situación no es 100% segura.

Eduardo Domingo y Laura Lara son padres de Elia, la cual sólo tiene un año y viven en Magraners. De la misma forma, Fermín y Georgina, tienen a Lucca, que cuenta con la misma edad. Ellos 2, nacidos en Lleida, se fueron a vivir a Barcelona en 2018. Las dos parejas comparten la misma situación respecto a sus hijos, ya que, según sus propias palabras, tanto Elia como Lucca pasaron semanas sin apenas dormir y pasaban los días nerviosos sin entender (obviamente, debido ¿CÓMO HAN a su temprana edad) lo que estaba sucediendo, ya que pasaron de ir a diario a la guardería y realizar paseos a no poder salir de sus respectivos hogares.

Por otra parte, Eva Limones y Sergio Castella son padres de dos niñas. La mayor, Leire, tiene 7 años, con lo que entendió lo que estaba sucediendo gracias a las charlas con sus padres, quienes le explicaban que no podían tener contacto con la familia ya que “para los mayores es muy peligroso”. La pequeña, Valeria, nació hace menos de un mes, justo en pleno confinamiento. Silvia y Robert también son padres de dos hijos: Biel, de 8 años y Robert de 2. Las dos parejas también comparten similitudes, ya que los dos hijos mayores entendieron perfectamente lo que estaba pasando gracias a las charlas de sus padres o los comentarios de los profesores en las escuelas antes de cerrar indefinidamente. Ninguna de las dos parejas ha tenido problemas a la hora de cuidar a sus hijos, no han tenido que pedir ayuda a nadie ya que, mientras Robert era enviado a casa para realizar tele trabajo, Eva disponía de la baja de maternidad y pudo cuidar de Leire hasta los últimos días antes de dar a luz y ahora ya vuelve a estar en casa cuidando de sus dos hijas.

Por último, también contactamos con Anna y Josep, padres de Gemma y Judit, de 16 y 10 años respectivamente, los cuales han vivido una situación mucho más tranquila con sus hijas más grandes y entendiendo perfectamente los motivos por los que tenían que quedarse en sus domicilios.

Excepto en el caso de Anna y Josep, el resto de parejas han tenido a una persona trabajando y a la otra cuidando de los niños. En el caso de Eva y Sergio, él ha seguido trabajando durante el confinamiento ya que reparte fruta y verdura mientras Eva contaba con la baja por maternidad. Fermín trabaja en el sector médico, en emergencias, como conductor de ambulancias, por lo que la epidemia le ha afectado por partida doble: tanto por la parte sanitaria como por el hecho de ser padre. Georgina, quien trabaja en una clínica dental, fue la que se quedó en casa, ya que como dice Fermín: “Las ambulancias no podían parar y menos en estos días”. Mientras, Georgina, comenta que: “siendo la mujer de un sanitario, lo he podido vivir en primera línea: la escasez de material, horas y más horas doblando turnos, el caos, el miedo a poder contagiarnos y el estrés que todo esto conlleva, tanto mental como físicamente. Aunque este problema viene precedido por los recortes en sanidad hace unos años, entre otras cosas.”

Eduardo es vigilante de seguridad y tiene turnos por las noches, así que Laura está a cargo de Elia, aunque pasan el día juntos. Mientras, Robert ha sido quien ha dejado la faena temporalmente, ya que lleva un camión, pero no volverá a trabajar hasta septiembre mientras que Silvia tiene una peluquería donde trabaja a diario y ha adaptado el negocio a la situación actual: “con el confinamiento he hecho encargos a domicilio y por lo tanto no he parado ningún día desde que empezó.”

A diferencia de las otras parejas, Anna y Josep se han visto en una situación más delicada. Anna está en casa, afectada por un ERTE y de momento sigue sin noticias por parte de su empresa mientras que Josep combina el trabajo de forma presencial y de forma telemática, lo cual (mirando la parte positiva) les permite pasar todo el tiempo junto a sus hijos Biel y Robert.

Poco a poco, las localidades han ido llegando a la fase 1 y Lleida no ha sido excepción. Es por ello por lo que la pregunta respecto a si han salido con los niños desde el primer día de esta fase y cómo lo vivieron era obligatoria.

Tanto Eva y Sergio como Silvia y Robert se mantuvieron prudentes y hasta pasada una semana no sacaron a sus hijos a la calle por precaución. Silvia y Robert desde entonces realizan caminatas y paseos con la bicicleta por un bosque que les queda cerca con sus hijos.

El resto de parejas aprovecharon ya el primer día para salir a dar una vuelta con ellos y tanto las niñas más grandes (Gemma y Judit) como los más pequeños (Elia y Lucca) disfrutaron de la experiencia de volver a respirar aire fresco tras tanto tiempo encerrados en casa. De hecho, según comenta Fermín, su hijo Lucca “empezó a dormir mejor y a estar algo más tranquilo” ya que desde el primer momento en que pisaron la calle “Lucca lo miraba absolutamente todo e ir sentado en el cochecito por un buen rato para él fue lo más”. Por parte de Eduardo y Laura también comentan que Elia estaba muy contenta pero que, a la misma vez “se le hizo raro, al ser tan pequeña no entendía nada” y aprovechando el barrio en el que viven pudieron respetar los horarios establecidos y las distancias de seguridad ya que “al vivir en un barrio rodeado de campo nos permitía la posibilidad de salir sin encontrarnos con nadie”.

Sobre la actuación del gobierno cada uno tiene su propia opinión. Hay gente que cree que era algo que no se podía evitar, que era imprevisible y hay otra que el gobierno gestionó mal la epidemia desde el principio, entre otras muchas opiniones.

Eva y Sergio creen que el gobierno “no lo está haciendo nada bien, creemos que ocultan mucha información y que quieren darse prisa para activar la economía, lo cual es importante, pero más importante es la salud”. De la misma forma, Eduardo y Laura creen que el gobierno “ha actuado mal y tarde. Podrían haber puesto medios antes con tal de evitar llegar al punto donde nos encontramos actualmente”, aunque si creen que “están haciendo la desescalada lo mejor que pueden, ya que nadie estaba preparado para esta situación”.

Anna y Josep creen que “actuaron un poco tarde, el confinamiento podría haber empezado unos días antes” y añaden un punto que también repiten Silvia y Robert, y es que creen que falta información: “Hay muchos puntos que no quedan demasiado claros de qué cosas se pueden hacer o no y la gente” dice Anna.

Pese a la falta de información, Silvia y Robert creen que es muy difícil valorar si el gobierno ha actuado bien o mal ya que “es una situación con la que no nos habíamos encontrado nunca”, como Fermín y Georgina que opinan que “ningún gobierno, ningún país, estaba preparado para algo así, nadie imaginaba esto.” Silvia también añade que dejando a un lado la actuación del gobierno lo que no le parece bien “son las manifestaciones que están haciendo VOX por las calles”.

El COVID-19 ha sido el tema que ha centrado todos los noticiarios durante 3 meses y es por ello por lo que la gente tiene miedo a una posible recaída que derive en una segunda oleada y que termine en un segundo confinamiento. Este es el único punto en el que las 5 parejas están totalmente de acuerdo. Silvia comenta que: “Tenemos que ser todos muy conscientes de lo que podemos hacer ya o no. Creo que este virus ha venido para quedarse entre nosotros y nos tenemos que acostumbrar a vivir de una forma diferente de la que estábamos acostumbrados. Ojalá no haya un segundo contagio, pero depende de nosotros, de cómo nos portemos y de si somos más respetuosos o no.”

Por último, también se ha hablado de la apertura de las escuelas para menores de 6 años en la fase 2, algo que será totalmente voluntario, pero que obligará a algunas personas a tomar una decisión en contra de su voluntad por la vuelta al trabajo de las parejas y la incapacidad de dejar a sus hijos con familiares o con canguros.

Eva y Sergio con el caso de Leire, aunque sea mayor de 6 años, tienen claro que si les dieran la opción de volver al colegio en verano no lo harían y sólo enviarán a su hija al colegio a partir de septiembre. Eduardo y Laura, por su parte, comentan que “tenemos previsto como lo estamos haciendo hasta ahora”, negándose en rotundo a la opción de enviar a Elia a la guardería. Algo parecido es el caso de Silvia y Robert, quienes si enviarán a Biel a las colonias de verano pero que mantendrán a su hijo Robert en casa hasta septiembre.

Para finalizar, el caso de Fermín y Georgina es el más drástico, ya que tienen a toda su familia en Lleida y ninguno de los dos puede tele trabajar, llegado el momento se verán obligados a llevar a Lucca al centro infantil. “Sí, pese al miedo al contagio, tenemos pensado llevar a nuestro hijo a la guardería. Claro que preferiríamos que estuviera en casa, pero las canguros son muy caras y casi que sale a cuenta dejar de trabajar uno de los dos, pero eso tampoco nos lo podemos permitir ya que se necesitan los dos sueldos en nuestra economía familiar.”